Ser un pesado, pero más pesado que una vaca en brazos; molestar, molestar reiteradamente, pero molestar hasta la saciedad; ser un pelmazo, un cuñao que la sabe todo, que tiene soluciones para todo aunque se trate del tema más inverosímil, que no tiene conciencia de ninguna limitación y que casi te hace sentir imbécil.
"Los tíos plastas y cuñaos son realmente repelentes sobre todo en las reuniones familiares de estas fiestas."